Dios proveerá

Estamos llamados a confiar en Dios en nuestras preocupaciones diarias (Mt. 6, 25-34), lo cual significa estar seguros de que Dios proveerá. Significa tener la fe de Abraham, que a punto de sacrificar a Isaac, su único hijo, quien preguntó “¿dónde está el cordero para el sacrificio?”, Abraham respondió: “Dios proveerá” (Gn. 22, 7-8).

Nuestra cultura está más preocupada con el “derecho” al aborto, que en enseñar a la nueva generación acerca de la confianza en Dios, en Su Providencia Divina y en estar seguros de que al amar la vida –toda vida- Dios proveerá.

Por muchos años algunos de nosotros sólo conocimos como Papa a Juan Pablo II. Después se convirtió en uno de las más grandes Santos de la Iglesia Católica. San Juan Pablo II fue el Papa preparado para vencer al Comunismo y “sus errores”. Por mucho tiempo la agenda comunista ha estado invadiendo nuestras sociedades, atacando todos nuestros valores Cristianos y destruyendo nuestra fe en Dios, tratando así de acabar con toda nuestra civilización occidental.

Una vez pude ver a este maravilloso santo en persona dirigiéndose a una multitud de jóvenes, y nunca olvidaré esa experiencia. Sus palabras eran cautivantes: “Es necesario educar en el valor de la vida” … “abrir las puertas a Cristo significa anunciar, celebrar y preservar el don de la vida”. Lamentablemente, los ataques contra nuestra civilización occidental en forma de Socialismo-Comunismo y la cultura de la muerte continúan su ruta de destrucción.

Pero es muy difícil destruir una sociedad con fuertes valores familiares y una cultura de la vida robusta … motivo suficiente para ser Cristianos valientes, promotores de los derechos humanos y defensores de toda vida humana.

Extraño el liderazgo y la clara orientación y determinación del guerrero incansable, defensor de la cultura de la vida y de la dignidad humana que fue JPII. Pero él nos dejó sus enseñanzas y recordamos su liderazgo.

La vida no es un “choice” -una opción- sino una bendición de parte de Dios. Y como bendición divina, Él no sólo la protegerá, sino también proveerá para ella. Dios también protegerá y proveerá para aquella sociedad que ame y acoja la vida. Es por ello que –en palabras de JPII- necesitamos líderes, “valientes testigos” que, enfrentándose a la cultura de la muerte, puedan ser “profetas de la vida”.